Diagnósticos de enfermería NANDA para deshidratación

Diagnósticos de enfermería NANDA para deshidratación

Introducción

La deshidratación es una afección que se presenta cuando se pierde una cantidad excesiva de líquidos del cuerpo que no se recuperan o compensan completamente. En este sentido, conocer los diagnósticos de enfermería NANDA es indispensable para brindar un cuidado adecuado y eficaz a los pacientes que sufren de esta patología. Esta información permitirá entender mejor la afección y los tratamientos requeridos, por lo que resulta de suma importancia para aquellos profesionales de enfermería que trabajen con pacientes deshidratados.

Los diagnósticos de enfermería NANDA son una herramienta esencial para la implementación de procesos terapéuticos adecuados en varias áreas clínicas, como es el caso de la deshidratación. Por tanto, promueven la toma de decisiones eficaces basadas en datos precisos, para cuidar a los pacientes de la mejor manera posible.

¿Qué es la deshidratación?

La deshidratación se define como una afección fisiológica que se produce cuando hay una desequilibrio entre los líquidos y los electrolitos del cuerpo. Esta deficiencia en el aporte de líquidos y electrolitos puede generar una variedad de síntomas en el paciente, que dependen de la severidad de la afección.

Las causas de la deshidratación pueden ser frecuentes o raras, abarcando desde patologías diarreicas hasta los efectos de la radiación o la quimioterapia. Pero se calcula que la deshidratación común es causada principalmente por el mal uso o consumo excesivo de alcohol, el consumo excesivo de cafeína, el uso inadecuado de medicamentos, la exposición excesiva al calor, el déficit de líquidos en la alimentación o la pérdida de líquidos corporales sin que se repongan.

Es importante recordar que la deshidratación puede evitarse controlando el consumo de café y alcohol, tomando suficientes líquidos durante el día, llevando una alimentación saludable y practicando ejercicio regularmente.

¿Cuáles son los sintomas de la deshidratación?

Los síntomas de la deshidratación dependen de su severidad y pueden presentarse con mucha discreción o ser evidentes. Entre los principales síntomas se encuentran la sed acentuada, somnolencia, mareos, disminución del apetito, boca seca, sequedad en la piel, pérdida de peso, letargo y estreñimiento.

Así mismo, en los casos más graves donde el déficit de líquido y electrolitos sea muy alto, el paciente puede experimentar náuseas, vomitar, calambres musculares, taquicardia, cambios en la presión arterial, confusión mental, dolores de cabeza y somnolencia.

Es muy importante tomar en cuenta que estos síntomas pueden aparecer en adultos, niños o bebés. Por ello, ante la presencia de algunos de estos signos, es importante actuar lo antes posible para evitar complicaciones mayores.

¿Cuáles son las causas de la deshidratación?

La deshidratación puede presentarse por diversas causas, entre las cuales se encuentran la exposición excesiva al calor, la ingesta insuficiente de líquidos, el uso o consumo excesivo de alcohol o cafeína, la exposición a radiaciones o quimioterapia, la diarrea, el vómito y el insomnio. Sin embargo, hay otros motivos menos comunes que podrían contribuir a la deshidratación, tales como el consumo abusivo de bebidas deportivas o energizantes, el ejercicio moderado o pesado, el estrés crónico y la exposición excesiva al aire acondicionado.

Adicionalmente, también se debe considerar que el cuerpo deberá ajustarse a los cambios fisiológicos producidos durante el embarazo, así como a las funciones orgánicas disminuidas en las edades avanzadas. Esta afectación contribuye a la deshidratación y a otros desequilibrios importantes, que deben ser evitados con la ingesta adecuada de líquidos.

¿Cuáles son los factores de riesgo de la deshidratación?

Ciertos factores de riesgo aumentan la probabilidad de que un individuo se deshidrate. Por un lado, el ejercicio sin precauciones especiales puede provocar deshidratación en depósitos significativos. Por otro lado, cualquiera restricción en la ingesta de alimentos puede provocar una reducción considerable en la ingesta de líquidos.

Además, el envejecimiento también es un factor de riesgo debido a las limitaciones fisiológicas en la función renal, que impiden filtrar y excretar el líquido perdido. Finalmente, en los niños se destaca el recurrimiento excesivo a alimentos ricos en sal que, a largo plazo, puede provocar un déficit importante de líquidos.

¿Cómo prevenir la deshidratación?

Las principales medidas preventivas contra la deshidratación consisten en el aporte de líquidos y electrolitos adecuados. Esto implica el consumo de agua potable, así como bebidas deportivas y suplementos dietéticos. El aporte dietético adecuado igualmente incluye la incorporación de frutas, verduras, legumbres y lácteos en la alimentación diaria.

Otra recomendación de los profesionales de la salud es no descuidar el ejercicio físico moderado donde sea necesario. El uso de ropa ligera, sombreros y gafas de sol, así como el control de la exposición al sol, también forman parte de la forma correcta de prevención. Por último, si se presentan síntomas de deshidratación, es importante acudir de inmediato al médico para recibir las instrucciones adecuadas para tratar el problema.

Importancia del uso adecuado de los diagnósticos enfermeros para mejorar el cuidado de los pacientes con deshidratación

Los diagnósticos de enfermería permiten que los profesionales de salud den un servicio de calidad que tienda a la mejora en la atención a los pacientes deshidratados. Estos diagnósticos contienen las directrices necesarias para hacer un diagnostico eficiente y seguir con la estrategia terapéutica adecuada.

Por otro lado, esta herramienta también ayuda a los profesionales de salud en la toma de decisiones clínicas y promueve la seguridad del paciente, permitiendo observar a tiempo cualquier alteración que pueda afectar su salud. Así mismo, los registros con diagnósticos de enfermería sirven como medio para comprender el proceso natural de la afección en cuestión, la respuesta del paciente al trataiento y la evolución de sus síntomas.

Listado de Diagnósticos de enfermería NANDA y planes de atención para pacientes con deshidratación

Definición de riesgo de deshidratación

  • Valoración: Realizar un examen físico para detectar señales y síntomas relacionados con la deshidratación, tales como deposición frecuente, sed excesiva, taquicardia, palidez cutánea o aumento de la temperatura.
  • Diagnóstico: Riesgo de deshidratación definido como la disminución extrema de líquidos debido a sudores abondantes, vómito y/o diarrea.
  • Planeación: Suministrar al paciente un adecuado balance de líquidos para prevenir la deshidratación y monitorear su estructura ósea y su peso para detectar cambios.
  • Ejecución: Contar los líquidos perdidos a través de vómitos o diarrea, vigilar el volumen de líquidos enviados al paciente para reemplazar los líquidos perdidos, contar el volumen de líquidos en la orina para monitorear el retorno de los líquidos a la circulación.
  • Evaluación: Evaluar los signos vitales y el estado clínico; revisar el volumen de orina y calcular el balance hídrico del paciente.

Necesidad de controlar el equilibro de líquido

  • Valoración: Establecer la graduación de deshidratación y evaluar el estado físico del paciente.
  • Diagnóstico: Necesidad de controlar el equilibrio de líquido definido como el déficit o el exceso de líquidos en el cuerpo.
  • Planeación: Establecer un programa de hidratación adecuado según la dieta, nivel de actividad y edad del paciente.
  • Ejecución: Proporcionar líquidos apropiados basados ​​en las necesidades fisiológicas del paciente, monitorear los cambios en el contenido de líquidos en el cuerpo y reducir la perdida de fluidos para evitar el desarrollo de deshidratación.
  • Evaluación: Monitorear los signos vitales por posibles alteraciones relacionadas con el equilibrio de líquido y factores como edad, dieta y actividad.

Definición de impreparación para el control del equilibrio de líquidos

  • Valoración: Determinar el nivel de conocimientos del paciente sobre los temas relacionados con los efectos y la prevención de la deshidratación.
  • Diagnóstico: Impreparación para el control del equilibrio de líquidos definido como la falta de conocimientos sobre el control de los líquidos en el cuerpo.
  • Planeación: Establecer un programa educativo que enseñe al paciente sobre los efectos benéficos de beber líquido adecuado para su condición de salud general.
  • Ejecución: Brindar educación continua al paciente sobre la correcta hidratación para mantener un balance de líquidos saludable en el cuerpo.
  • Evaluación: Evaluar el nivel de conocimiento del paciente acerca de los líquidos y el equilibrio.

Definición de atención deficiente de líquidos

  • Valoración: Revisar los registros médicos para verificar los líquidos administrados al paciente y las pruebas de laboratorio realizadas para detectar deshidratación.
  • Diagnóstico: Atención deficiente de líquidos definida como el no proporcionamiento de la cantidad adecuada de líquidos y suplementos nutritivos para mantener un balance saludable de líquidos.
  • Planeación: Establecer un regimen adecuado para el consumo de líquidos que cumpla con las pautas diarias recomendadas para evitar la deshidratación.
  • Ejecución: Administrar líquidos y nutrientes adecuados a los pacientes según sus necesidades, vigilando además el volumen, la concentración y la tasa de administración.
  • Evaluación: Monitorear los niveles de líquidos en el cuerpo, la presión arterial y los niveles de electrolitos en los análisis de sangre.

Definición de alimentación y nutrición inadecuadas

  • Valoración: Evaluar la capacidad física e intelectual del paciente para adaptarse a la ingesta de líquidos, así como las necesidades de nutrientes.
  • Diagnóstico: Alimentación y nutrición inadecuadas definidas como la falta de líquidos o nutrientes apropiados en el cuerpo.
  • Planeación: Establecer un programa nutricional adecuado y adecuado 3 a 5 veces al día según las necesidades de nutrientes del paciente.
  • Ejecución: Suministrar al paciente alimentos ricos en líquidos e hidratantes como frutas y ensaladas, así como suplementos orales y homeostáticos.
  • Evaluación: Evaluar el consumo de líquidos diario del paciente y monitorear los cambios en la composición de líquidos en el cuerpo.

Preguntas frecuentes

1. ¿Qué son los diagnósticos de enfermería NANDA?

Los diagnósticos de enfermería NANDA son un conjunto de taxonomías que permiten al equipo de salud identificar las necesidades de cuidados de enfermería para los pacientes. Mediante ellos, se realiza una clasificación uniforme de las condiciones y problemas del paciente que supongan una necesidad de prestación de cuidados.

2. ¿Cuáles son los síntomas de deshidratación?

Los síntomas clave de deshidratación son sequedad de boca y sed, visión borrosa, sumado a otros síntomas como mareos, dolor de cabeza y cansancio. Además, persyncia, palidez extrema, taquicardia, hipotensión y confusión.

3. ¿Cómo se diagnostica la deshidratación?

En principio, la deshidratación se diagnostica con un análisis médico sin ningún tipo de complicación. Se comienza con un examen físico, con el que el médico podrá especificar los síntomas más claros y correlacionar los datos aportados por el paciente con los encontrados durante este examen. Además, se analizará la presencia de desequilibrio electrolítico mediante muestras de orina y sangre.

4. ¿Qué puedo hacer para prevenir la deshidratación?

La forma más efectiva de prevenir la deshidratación es asegurarse de consumir líquidos cada día, al menos 1,5/2 litros. Además, hay que evitar los ambientes calurosos, revisar constantemente la temperatura, evitar los alimentos muy salados, bebidas alcohólicas y refrescos de cola.

5. ¿Qué cuidados debe tener en cuenta un enfermero para tratar una deshidratación?

Para tratar una deshidratación, el enfermero debe evaluar la necesidad de realizar una terapia de fluidos. Es importante monitorizar signos vitales, adecuar la alimentación al estado del paciente y valorar los resultados adecuadamente.

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